Cachorro

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jueves, 29 de julio de 2010

REILIGIONES - Las regalo todas


Estoy en un punto en el que repelo, rechazo y niego cualquier tipo de religión o credo que implique dogmas y valores absolutos.

¿Motivos?

Muchos:

El hecho de no creer en la existencia de cualquier tipo de dios, mucho menos cuando éstos son intangibles e inpalpables salvo por el hecho de creérselo, lo cual implica una enfermedad mental.

Resulta asombroso que creer en un dios imaginario, hablar con él, pedirle cosas, etc, no es de enfermos mentales. Sin embargo, creer en un amigo imaginario sí lo es.

¿Te imaginas hacer un club o una congregación de personas que creen en amigos imaginarios?. Resultaría absurdo y socialmente peligroso.

Pues eso es la religión, ni más, ni menos.

Lo mismo acontece con las congregaciones sacerdotales generadas artificialmente encargadas de interpretar los mandatos de profetas e hijos de dioses (dios hecho hombre en el cristianismo.

¿No es patológico que sigamos mandatos e instrucciones de personas que hablan con seres imaginarios?.

Su engaño es hacernos creer que de verdad existen esos amigos imaginarios, que te vigilan, que te escuchan, que te pueden conceder lo que les pides, que están dentro de tí, que son el sentido de tu vida.

¿No es enfermizo ocultar los problemas o pretender una solución rezando a un ser imaginario?.

Cierto que un amigo o un dios imaginario pueden hacernos sobrellevar mejor nuestra vida, hacernos sentir bien, seguras, felices, pero felices en la ignorancia, felices en la exclusión de la realidad.

Insisto, es enfermizo y tratable por especialistas en psiquiatría.

Y esas clases sacerdotales, bien organizadas y jerarquizadas verticalmente, se encargan de proteger todo ese estatus de control y poder adquirido por su soldadesca religiosa. Al fin y al cabo, su trabajo es ese: transmitir e interpretar los mandatos de lo que un dios imaginario les expresa.

Hay que reconocer su habilidad y experiencia para tener millones de "afiliadas" y simpatizantes, o lo que llaman "creyentes".

Yo me pregunto... ¿Existe cura para tanta gente?. Quizás sí. Negar la existencia de esos dioses y difundirlo. No basta con el agnosticismo. Plantear que ni se niega ni se desmiente la existencias de dioses imaginarios es una postura respetable pero inconsistente. No hay que tener miedo a difundir la negación de lo inexistente ni la afirmación de una realidad.

Y quede claro que, a mi modo de ver, el ateismo no es una religión, es una expresión. No se es dogmática por pretender defender una postura o una crítica social.

Por otro lado, si alguien tiene una "pedrada" en la cabeza... ¿No es lícito intentar curársela?.