Unos lo llaman violencia de género, otros maltrato. Yo, terrorismo doméstico. En unas relaciones de pareja o matrimonio en la que las palizas y las amenazas son el día a día de uno de los cónyuges, el sufrimiento que padece la víctima es de acoso y terror permanentes.
¿No te gusta tu pareja?, sepárate.
¿No te quieres separar?, aguanta el tirón y admite a tu pareja como a una persona.
¿Te crees con derecho a practicar la violencia?, lo siento, pero el terrorismo doméstico no está incluído en las relaciones de pareja ni en los contratos matrimoniales.
Es uno de los casos en los que debe practicarse lo que hoy en día se conoce como "tolerancia cero", y donde las sanciones y encarcelamientos están plenamente justificados.
A estas sanciones, además, hay que incluir la apología del terrorismo doméstico, es decir, aquellos familiares que expresan que la persona maltratada debe aguantar, sobre todo si es mujer, típico tópico de mentalidades antiguas para quienes la mujer es "propiedad" en lugar de "persona".
Así, cuando encontremos casos en los que una mujer u hombre no ha denunciado maltratos por presiones de familiares, éstos también deben ser juzgados y sancionados por practicar apología.
Si son necesarios, crear pabellones carcelarios especializados o campos de concentración de reeducación no estaría de más.
¿TOLERANCIA CERO? DOBLE O TRIPLE CERO, porque como me entere que alguien lo practica, mis ostias físicas o jurídicas se van a oir hasta China.
