Érase una vez una organización de ciegos pública que ¿dejó de serlo?.
¿Y qué fue de ella?... ni se sabe.
Quizás se vendió al diablo y hoy es como el retrato de Dorian Gray, cuya imagen de belleza, dulces sonrisas y palabras altisonantes tienen su reflejo opuesto y real en un cuadro oculto en la trastienda, tétrico y horrorizante.
Y dentro se sirve una gran ensalada de propósitos y despropósitos, llena de salud y de veneno, donde vives o mueres según el asiento que te toque en la mesa.
Llena de buena gente y de personajes que aprovechan con suma habilidad la alienación de quienes no tienen información o no saben defenderse.
¿Y qué se hace aquí?
Entretener un poco y de rato en rato artículos novelados mostrando la otra cara de la organización.
Donde cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... o no.
Donde se dará a conocer otra cara y otras perspectivas.
Ya va siendo hora de que compañeros y compañeras de gozos y miserias se mentalicen de que en esta organización, que también es nuestra, no todas las personas están bien.
Da igual que sea haga a cinco mil o a cinco. Nadie debe permitir el desempleo de una persona ciega, las presiones y las amenazas, la falta de libertad de expresión real, la difamación y la calumnia, la falta de libre asociación real, el control fáctico de los canales de información, aprovecharse de los más débiles o explotarlos.
Y si este blog contribuye a que eso no pase, aunque solo sea a una persona, será más que suficiente.